sábado, mayo 19, 2007

Choque de trenes e imaginar el futuro



En este mundillo de los blogs a mi me apetece hacer preguntas. Esta escrito en la presentación de este blog y en ello me reafirmo. Cada cual que busque sus respuestas, con las que no es obligatorio estar de acuerdo. Por ese motivo me permito tomar prestado de Fogonazos una noticia, no para comentarla sino como pretexto para preguntar.

La noticia en cuestión tiene que ver con un choque de trenes provocado de modo voluntario en 1896 en el estado de Texas, con público y prensa en directo. “Vengan señores y señoras a ver como se estampan frontalmente dos trenes a 75 kilómetros por hora (75+75=150)”.

¿Cómo es posible que nos cueste tanto entender el futuro? ¿cómo es posible que las personas que prepararon este espectáculo no llegaran a imaginar sus consecuencias?. Basta solo con ver las fotos anteriores al impacto, incluso dentro de los trenes, para entender que no imaginaban para nada lo que les venía encima.

Algo mucho menos violento pero similar por la incapacidad de leer el futuro me sucedió en Barcelona hace ya varios años, poco antes del boom de la telefonía móvil. Me hicieron una encuesta en la calle para preguntarme mis intenciones con esta nueva forma de comunicación que es hoy parte de nuestra vida. Recuerdo perfectamente mis contestaciones: “no le encuentro mucho sentido yo a esto, creo que no necesito un aparato móvil para comunicarme, estoy bien sin el”.

Es grave el asunto, porque yo entonces llevaba más o menos unos doce años de trabajo en investigación de mercados. Creo que tendré que entrenar con la bola de cristal.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El móvil parece imprescindible pero no lo es, aunque lo parezca. Para mí los móviles son los grilletes de la esclavitud moderna.

Germán Gómez dijo...

Si es cierto algo de lo que dices Pilix. Estar siempre comunicado es estar siempre disponible; imposible desaparecer.
Pero este mundo en el que vivimos es un poco así, lo de pedir que paren el tren que me bajo es más un sueño que una posibilidad real.

Manuela Fernández dijo...

Tal vez lo que te pasó es que pensaste de forma subjetiva y dijiste “si no lo creo yo necesario nadie lo va a tener como tal”.
¿Sabes? Yo a veces cuando veo lo que se venden en ciertas tiendas, esos cuadros de la cara de Cristo con luces, esas máscaras de madera como africanas…, pienso que yo jamás podría tener una tienda porque a la hora de hacerme del producto a vender estaría diciendo “uy eso no, eso tampoco, eso no me lo compra nadie”, total, que tendría la tienda vacía. Y está claro que me equivoco porque veo con estupor cómo la gente lo compra.
Y es que cada persona somos un mundo distinto con nuestros gustos y necesidades.

Germán Gómez dijo...

Es evidente manly que para vender algo es conveniente (necesario diría más bien) creer en lo que uno vende.

Manuela Fernández dijo...

Perdona Germán, sólo un inciso y ya me callo, Vender algo en lo que uno cree, eso lo hace cualquiera. Vendedor es aquél que es capaz de vender incluso en lo que no cree.
;)

Germán Gómez dijo...

Hay personas que venden aquello en lo que no creen. Es evidente que las hay, al igual que hay personas que se ven obligadas a vivir situaciones que no desean. Ejemplos a miles.
Pero vender vendemos todos/as, y es mucho más gratificante hacerlo con aquello en lo que creemos.
Nada que perdonar.

Anónimo dijo...

Un ejemplo parecido al que comentas de hace unos años lo viví en la facultad de informática. Un par de compañeros bromeábamos con la posibilidad de hacer las prácticas en la terraza del bar en lugar de en lúgubres sótanos mal acondicionados con los tristes equipos de los que disponíamos. Sabíamos que llegaría un momento en que eso sería posible, pero no creíamos que eso lo podríamos hacer nosotros al cabo de un par años ...

Siempre que pienso en eso, no creo que no viéramos claramente lo que nos deparaba el futuro o que no entendiéramos lo que se estaba fraguando, simplemente la evolución de esa tecnología fue mucho más rápido de lo esperado y el entorno se adaptó.

Yo personalmente te diría que si quieres entrenar con la bola de cristal, úsala para hacer pesas o como pisapapeles ya que rl futuro es relativo, con lo que únicamente podemos llegar a imaginar/adivinar uno de los posibles futuros...

Germán Gómez dijo...

Creo que aunque me entrene con la bola de cristal lo tengo crudo.
Tu ejemplo es bueno, de esos que confirman que avanzamos. Entre trabajar en un sotano obscuro o en una terraza no hay color.
Gracias

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