sábado, abril 13, 2013

Un "sugus" en mi bolsillo


¿Qué es un “sugus”? ... un poco de azúcar con colorantes y sustancias desconocidas. Pero, ... ¿para qué sirve? ¿es una debilidad o una fortaleza? Los consultores vivimos de hacer y responder a este tipo de preguntas. En principio, un “sugus” no es nada, pero puede ser algo peligroso si somos diabéticos o una buena ayuda si caminamos por el monte sin comida.

De esto y otras cosas nos habló el viernes Manel Muntada (Cumclavis), en una sesión organizada por Maria Carrascal, con el título: “El oficio de la consultoría, un enfoque artesano”. Manel nos habló de los modos de ser consultor, de la finalidad y de los medios que utilizamos para desarrollar nuestro trabajo. Los medios son muy diversos, entre otros la capacidad de hacernos preguntas sobre lo que es un “sugus” a través de la técnica DAFO.

¿Para qué nos contratan nuestros clientes? ¿qué es lo que pretenden conseguir de nosotros? ¿qué ilusiones alimentan su decisión de contratarnos?. Los consultores tendemos a vender nuestras herramientas y habilidades, con las que nos encontramos seguros, y a olvidarnos de los objetivos finales de nuestro trabajo. En ocasiones, los clientes tampoco nos ayudan en esta tarea porque no siempre coincide lo que nos dicen querer con lo que están dispuesto a hacer para conseguirlo.

Aunque pueda parecer una obviedad, me gustó que Manel me recordara que mi trabajo solo se justifica por lo que cada uno de mis clientes espera obtener, y no por las herramientas que creo ser capaz de dominar.

No sé si estoy tan de acuerdo cuando prefiere hablar de relaciones de colaboración más que de relaciones cliente-proveedor. A mí, y teniendo en cuenta como he titulado este blog, casi me gusta más mantener el término aunque ampliando su contenido. Un cliente es una persona para la que trabajo a cambio de dinero; no es un colaborador, ni un amigo, ni un familiar, ni un vecino. No es nada de esto pero si es cierto que estos términos tienden a cruzarse. Yo puedo colaborar con un vecino para montar una fiesta y ser cliente de mi hijo, si vende algo que a mí me interesa comprar. Pero estas dos personas siguen siendo para mi de modo prioritario mi vecino y mi hijo.

Las relaciones cliente-proveedor se pueden entender en términos de colaboración y de amistad, lo cual –en mi opinión- ofrece importantes ventajas pero no cambia la esencia de la relación.

jueves, abril 11, 2013

Nuevas jornadas sobre clientes








Tengo programadas dos nuevas acciones formativas sobre clientes. La primera acción empieza el próximo 9 de mayo en Bilbao, en sesión única de mañana y dentro de la programación Directiva21.

La segunda acción empieza el 24 de septiembre y se desarrolla hasta finales de noviembre en tres sesiones también de mañana, dentro del programa Knowinn de Euskalit. La jornada de mayo es gratuita y las tres de otoño tienen un coste ajustado, con la diferencia de que en ellas los asistentes desarrollarán un proyecto.

En ambas acciones hablaremos sobre como los clientes nos pueden ayudar a mejorar en nuestro trabajo. Las organizaciones ya hacen muchas cosas en relación con sus clientes; de otro modo habrían desaparecido.

Pero, ¿podemos hacer más? ... la propuesta para estas jornadas es pensar sobre ello. Tal vez no queden muchas más cosas por hacer, tal vez ya esté hecho todo lo que una organización puede hacer para conocer a sus clientes y para gestionar las relaciones que con ellos/as mantenemos.

En todo caso, los clientes son la clave del éxito con lo que tal vez merezca la pena pensar (y hacer) un poco más.

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