jueves, enero 26, 2017

Talleres monográficos de conversación profesional


Comparto aquí mis reflexiones sobre el futuro de los talleres de conversación con clientes (1, 2, 3), que he organizado en los últimos tres años. Quedan atrás 11 talleres realizados y en torno a 100 asistentes, experiencia de la que surge mi reflexión actual y algunas ideas para nuevos talleres, que se resumen en un nuevo título “talleres monográficos de conversación en ámbitos profesionales”.

Reflexión básica: la conversación es un ámbito excesivamente genérico para ser mejorado en sí mismo. No hay una única conversación sino muchas, incluso si nos centramos en las relaciones con los clientes: conversamos para presentarnos, negociar, cerrar una venta, explicar, informar, coordinar, valorar … muchas conversaciones, cada una con claves particulares.

De la reflexión surge la propuesta: centrarnos en mejorar algunas conversaciones, las que consideremos más importantes para nuestra gestión. Imaginemos, por ejemplo, una organización que desea generar ideas con las que mejorar sus productos y servicios. Por encima de otras fuentes, las conversaciones con algunos clientes serán, muy probablemente, la mejor fuente de información de cara a ese objetivo.

El foco ya no está en la conversación en sí, sino en el objetivo por el que conversamos. Desde este punto de vista, el nuevo taller arrancaría de tres preguntas encadenadas ¿qué tareas claves consideras susceptibles de ser mejoradas? ¿qué conversaciones son la base de esas tareas? ¿son susceptibles de mejora estas conversaciones?

La estructura del taller no cambia sobre los anteriormente realizados: primero imaginamos una conversación, después la representamos y grabamos en video, y finalmente visualizamos las grabaciones para observarnos en la pantalla y hacernos conscientes, con la ayuda del resto de participantes, de nuestros modos de conversar.

La propuesta no pretende ser una actividad formativa clásica, sino más bien, una experiencia reflexionada. No se trata de hablar de las claves genéricas de la conversación para después mejorar, sino al revés, experimentar para detectar claves personales.

El cambio de enfoque afecta también al modo de organizar los talleres: no habrá convocatorias previas. Solo se realizará el taller cuando haya personas que compartan el interés por trabajar sobre un tipo concreto de conversación, sean de una misma organización o de varias.

En resumen, mejorando un tipo concreto de nuestras conversaciones, ayudamos a mejorar las conversaciones en su conjunto. Trabajar desde lo concreto y cercano, para mejorar lo que no es tan concreto ni próximo.

Quedo a la espera de comentarios, sugerencias y, en su caso, deseos de participación.


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